Fecha de publicación: 23 dic 2021
Por: Jessica Jones
Se dice que México es un país con muchos "Méxicos" en su interior. Su diversidad étnica, geográfica y faunística lo sitúan en el reducido grupo de países catalogados como megadiversos, con el 70% de la diversidad de especies del mundo y más de 5.000 plantas y animales endémicos.
El Aedes aegypti mosquitoportador de los virus del dengue, Zika y chikungunya, no es endémico del país; sin embargo, es un maestro de la adaptación.
La ciudad de La Paz, en Baja California Sur, es un ejemplo de la capacidad de este mosquito para reproducirse en las condiciones más diversas. Contrariamente a lo que se considera un entorno favorable para los mosquitos -húmedo y caluroso-, La Paz mantiene un ambiente ultraseco y extremo durante todo el año.
Nadie esperaba que, a partir de la década de 1970 y en menos de 10 años, el dengue se extendiera por la mayor parte de México. Para la década de los 90, la población reconocía a la enfermedad como "la rompehuesos" y la asumía como una enfermedad que podía tratarse con automedicación. Según datos de la Secretaría de Salud de México, la media de casos de dengue al año en el país es de 79.000, aunque los investigadores creen que podría ser entre 10 y 36 veces superior.
El último brote en Baja California Sur fue en 2014. Según la Secretaría de Salud del Estado, se esperaba un nuevo brote de dengue en 2021. Afortunadamente, este brote no se materializó, lo cual es una noticia alentadora para el World Mosquito Program y el gobierno.
"Conocí el World Mosquito Program desde 2017", comenta Lorenza Amparo García, subdirectora de Servicios de Salud a la Comunidad. "El proyecto, que ya se había implementado en otros países, llegó a Baja California para colaborar con la entidad de Salud del Estado".
WMP Las actividades comenzaron en La Paz en 2018. Al finalizar las sueltas de mosquitos -durante el primer semestre de 2021- el proyecto cubría 50 km2 de la ciudad y protegido a más de 250.000 residentes contra las enfermedades transmitidas por el Aedes aegypti mosquito. Gracias a la sostenibilidad del método, se espera que Wolbachia siga presente entre la población de mosquitos sin necesidad de nuevas sueltas en los próximos años.
"El trabajo de WMP se llevó a cabo en paralelo con nuestros métodos tradicionales de lucha contra el dengue y esto fue muy importante para el Gobierno: trabajar con el Wolbachia método no significó cambiar todo nuestro programa de actividades, sino que fue complementario y muy amigable en cuanto a su aplicación", reflexiona el Dr. García.
Más de 5.000 voluntarios apoyaron la suelta de mosquitos en La Paz, coordinados por 84 miembros del proyecto liderado por la World Mosquito Program y el Sector Salud local y estatal.
La comunidad participó en varios frentesdesde alojar trampas de control de mosquitos en sus casas hasta compartir el trabajo de WMP entre sus conocidos y formar parte activa de las reuniones comunitarias, actividades escolares y eventos deportivos, entre otros.
Uno de los voluntarios fue el Sr. Arnulfo Cervantes, que conoció el proyecto y se implicó casi de inmediato colocando trampas para mosquitos. "Les dije que pusieran todas las trampas que quisieran en mi casa, yo quería participar".
WMP ha completado con éxito la fase de liberación Wolbachia del mosquito en la ciudad. A través de la Secretaría de Salud del gobierno de Baja California Sur, el monitoreo de la Wolbachia población de mosquitos y los casos de dengue continuará durante los próximos 5 años para determinar la eficacia de Wolbachia. Una vez confirmados, los resultados serán comunicados a la población.
La esperanza de un país libre de dengue inspira a WMP a trabajar para proteger aún más comunidades en todo México. "Lo máximo que esperamos es que los mosquitos, aún con dengue en su interior, no transmitan la enfermedad gracias a que también portan Wolbachia. Eso significaría que aunque la gente sea picada no se infectará y podríamos ganar la batalla de la adaptación", concluye el doctor García.