La devastación del Zika | World Mosquito Program Ir al contenido principal
Zika padre bebé

Fecha de publicación: 10 dic 2020

Para una madre como Adriana, el primer cumpleaños de su hijo es un milagro. 

La hija de Adriana nació con microcefalia relacionada con el virus de Zika, un defecto congénito que provoca una cabeza pequeña y diversos problemas de desarrollo. La causa es el virus del Zika, transmitido por un mosquito a la madre durante el embarazo. 

En muchos casos significa que un niño está luchando por la vida desde el momento en que nace. 

El mayor brote conocido de Zika se produjo en 2015/16 en Brasil. El brote causó pánico en todo el mundo. Una oleada de miedo entre los padres que esperaban un bebé y que habían visto imágenes de bebés con malformaciones en la cabeza, muchos de ellos con dificultades para ver, oír o tragar alimentos. 

"El gran problema es que el virus infecta al feto en desarrollo" afirma Scott O'Neill, director de World Mosquito Program . "El resultado es que el feto muere o sobrevive pero sin que su cerebro esté completamente desarrollado. Lo que significa que el bebé tendrá diversos grados de discapacidad grave y probablemente no llegará a adulto". En un contexto de pobreza y sin red de seguridad social, es un desastre, emocional y económico".

El bebé de Adriana está aprendiendo poco a poco a responder a determinados estímulos. Aunque todavía no puede sentarse y tiene visión limitada. Cuidarla es un trabajo a tiempo completo. Y nadie puede decirle a Adriana qué le deparará el futuro a su bebé.  

Este año, el pánico se ha trasladado a COVID-19. Al igual que el foco de atención para los recursos sanitarios. Sin embargo, el Ministerio de Salud de Brasil identificó 579 nuevos casos sospechosos entre diciembre de 2019 y febrero de 2020. 

El problema no ha desaparecido y las complejidades de la enfermedad sólo están empezando a comprenderse plenamente. Sigue habiendo más preguntas que respuestas. 

World Mosquito Program ha estado trabajando en una solución. Su método para prevenir la propagación del dengue ha dado resultados muy prometedores y puede aplicarse del mismo modo para prevenir la propagación del Zika. 

El profesor O'Neill confía en que su proyecto pueda tener repercusiones en Brasil y en cualquier otro lugar donde exista el virus. 

"Todavía no tenemos pruebas sobre el terreno, ya que no se han producido brotes de Zika en las zonas que hemos desplegado, pero los estudios de laboratorio muestran que nuestro Wolbachia método detiene la transmisión en la misma medida que el dengue".

El impacto del virus es obvio para una familia como la de Adriana. Pero se extiende más allá del hogar familiar, especialmente en las regiones donde ha sido prevalente, donde la pobreza suele estar muy extendida y la capacidad de los sistemas sanitarios es escasa. 

Aunque las preocupaciones del mundo se centran más directamente en la actual pandemia mundial, no deberíamos apresurarnos a dar la espalda a otros virus cuando no sabemos cuándo ni dónde desatarán su próxima devastación.

 

*El nombre de Adriana ha sido modificado para proteger su identidad.

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